Dice el refranero popular que del cerdo se aprovecha todo, desde la pezuña hasta el morro.También sus músculos isquiotibiales. Pero a diferencia de lo que se acostumbra a hacer con el animal,lo de los isquiotibiales no se aprovecha para comerlos, sino para injertarlos en rodillas humanas y reparar las roturas de ligamentos cruzados. En el marco de un ensayo clínico internacional, traumatólogos del hospital de Bellvitge de Barcelona han realizado una reparación del ligamento cruzado anterior de la rodilla a partir de un injerto porcino descelularizado. Esta técnica, pionera en el mundo, resulta menos invasiva y arriesgada que la que se “empleaba hasta ahora, que consistía en extraer tendón sano del propio paciente o de un limitado banco de donantes para injertarlo en la zona dañada.
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